La fiebre

Anécdota.

Una madre concurre desesperada a la guardia de un hospital diciendo que su hijo volaba de Fiebre. El pediatra, que venía de atender muchos casos de niños con fiebre, le dice “aterrice a su hijo en la camilla para que lo pueda atender.”

En otra oportunidad concurre a la consulta una madre argumentando que su hijo tenía fiebre. Le coloco el termómetro y al cabo de unos minutos, al leerlo, le digo a la madre su hijo no tiene fiebre. Ella me responde “guarda doctor que mi hijo la sabe tener por dentro”.

La fiebre es uno de los síntomas que más preocupa a los padres, genera mucho temor, sea por el miedo a las convulsiones o por que genera muchos síntomas asociados que lo desmejoran al niño.

La fiebre es uno de los motivos más frecuentes de consulta en la guardia y consultorio de pediatría.

Hablamos de fiebre cuando la temperatura corporal asciende a más de 38 grados. Todos tenemos una temperatura corporal más elevada de noche, razón por la cual cuando un niño tiene fiebre es más probable que se manifieste de noche.

La fiebre por sí sola no puede considerarse una enfermedad. De hecho, suele ser una señal de que el cuerpo está luchando contra una infección. La fiebre estimula las defensas del cuerpo, como los glóbulos blancos que atacan y destruyen a bacterias invasoras. Aun así la fiebre puede hacer que un niño se sienta mal, aumente la necesidad de ingerir líquidos, y acelere el pulso y la reparación.

Las causas más frecuentes de fiebre son procesos virales que no son graves, pero en el momento de la fiebre El Niño se ve mal. Por lo tanto es importante que antes de salir corriendo a una consulta se le administre algo para bajar la fiebre. La mayoría de las veces el niño no necesitará asistir a una guardia, ni ser valorado por un médico de un servicio de emergencia domiciliaria. Y aún, si lo lleva a la consulta, al pediatra le servirá más verlo sin fiebre que con fiebre, ya que esta tiene su propia constelación de síntomas y estos se pueden confundir con los síntomas de la enfermedad que está causando la fiebre.

Que debo hacer si mi hijo tiene fiebre.

Primero tomar la temperatura.

Consideramos fiebre una temperatura mayor. 38 grados.

Una temperatura entre 37 y 38 le llamamos febricula y y nos está indicando que algo pasa, pero tiene menos valor que la fiebre a la hora de medir gravedad del cuadro.

Si su hijo tiene fiebre se le puede dar un anti térmico como paracetamol o ibuprofeno.

Luego, de acuerdo a como este él niño, será la necesidad de concurrir a una guardia.

Si El Niño es un menor de 1 mes, al cual le llamamos neonato, requerirá una consulta y es muy probable que una internación por el riesgo de hacer una infección importante sin que aparezca otro síntoma mas que la fiebre.

Si El Niño tiene entre 1 mes y 3 meses requerirá hacer un análisis de sangre y orina para tomar una conducta.

Si El Niño tiene más de 3 meses se lo puede valorar en el consultorio y esperar si no se encuentran síntomas de enfermedad bacteriana.

Lógicamente que si El Niño no está bien, sobre todo después de haberle bajado la fiebre puede requerir una consulta de urgencia.

La fiebre es una de las situaciones que más asustan a los padres, produce temor, ansiedad. Temor viene por la creencia de enfrentar una situación adversa ante la cual no vamos a poder responder.

La Biblia dice “Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las mano de Dios porque él tiene cuidado de ustedes”. 1Pedro 5:7.

El pensar continuamente  que nuestros hijos van a estar mal hace que seamos esclavos del temor.

Podría darte muchos consejo acerca de cómo actuar en una situación donde tu hijo tiene fiebre, pero el mejor consejo es que puedas mantener la calma y no pensar lo peor. Esto es posible si creemos que hay un ser superior que tiene cuidado de nuestros hijos.

Que hacer cuando tu hijo llora
El llanto de un RN cumple múltiples funciones. Le permite pedir
ayuda cuando tiene hambre o se siente molesto. Le permite
desconectarse de sonidos, visiones u otras sensaciones demasiado
intensas para el. Y le ayuda a tranquilizarse.

Si te fijas atentamente en las distintas formas de llorar que tiene tu
hijo, pronto sabrás distinguir que es lo que le sucede.
Es posible, que incluso aprendas a identificar necesidades
específicas de tu hijo por el modo que tiene de llorar. Por
ejemplo,cuándo es de hambre, cuando necesita que le cambien el
pañal, cuando tiene frío o sueño, o simplemente, cuando desee
estar cerca de su mamá o papá. No te costará mucho tiempo
aprender a interpretar porque llora tu bebe.
A veces pueden mezclarse varios tipos de llantos. Por ejemplo, los
RN suelen despertarse hambriento y lloran porque tienen hambre.
Si no se los atiende enseguida el llanto de hambre puede dar paso a
un grito de rabia. A medida que el bebé valla madurando, sus
llantos se irán haciendo más fuertes, más sonoros y más
insistentes. También presentarán mayor variabilidad, como si
transmitieran diferentes necesidades y deseos.
La mejor forma de afrontar el tema del llanto durante los primeros
meses es responder pronto cuando tu hijo llore. Por el hecho de
prestarle atensión, no vas a “malcriar” a ningún bebé; y , si vos
respondes a sus llamados de ayuda, llorara menos en general.
Cuando respondas al llanto de tu bebe, intenta satisfacer en primer
lugar su necesidad más apremiante. Si a un así sigue llorando, se
puede intentar alguna e las siguientes técnicas de consuelo.

 Arrullarlo.
 Acariciarlo suavemente en la cabeza o dale unas palmaditas
en la espalda o en el pecho.
 Envolverlo con un mantita bien ajustada.
 Hablarle o cantarle algo
 Ponerle una melodía suave
 Pasearlo un rato en brazos o en un cochecito
 Hacerlo erutar para que pueda expulsar los gases acumulados.
 Darle un baño tibio.
Si después de intentar todo, el bebe sigue llorando
desconsoladamente, podría estar enfermo. Si está con fiebre, o no
se alimenta deberías acudir a la consulta pediatrica
Mientras más relajados estén los padres, más fácil les resultará
consolar al niño. Hasta los bebes más pequeños son capaces de
percibir la tensión que les rodea y reaccionan ante ella llorando.
Escuchar los sollozos de un RN puede ser muy angustiante, pero, si
dejas que tu frustración se convierta en enfado o pánico, solo
conseguirás intensificar el llanto del bebé.
Por muy enfadado e impaciente que te sientas no sacudas al bebé.
Sacudir un bebé puede provocarle ceguera, lesiones cerebrales e,
incluso la muerte.
Sobre todo, no tomes el llanto de tu bebe como algo personal. Tu
hijo no llora porque sos una mala madre o un mal padre o por qué
no te quiere. Todos los bebes lloran, a menudo sin motivo
aparente. Los RN lloran habitualmente un total de entre una y curto
horas al día. Esto forma parte de su proceso de ajuste a una nueva
y extraña vida fuera del vientre de su mamá.
El llanto de un bebé puede generar mucha ansiedad y
preocupación.
La Biblia dice «Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en
las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.»

Es importante que puedas descansar en Dios y disfrutar de todos
los momentos maravillosos que puede darte tu hijo.

Un proverbio dice «El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca
los huesos.»
Los estados de animo pueden influir sobre nuestra salud. En los niños es común que
manifiesten síntomas en el cuerpo que tienen origen en situaciones que afectan su
ánimo.
Tal es el caso de las cefaleas o dolores de cabeza, Dolor abdominal recurrente y Enuresis.
No es que El Niño invente esos síntomas. Para el son reales, pero su origen no está en una
causa que se inicie en el cuerpo.
Hoy en día se habla mucho del stress como causante o desencadenante de muchas
enfermedades. Los niños no están ajenos a esta situación.
Un niño que no sabe exteriorizar con palabras lo que le pasa lo hará con algún síntoma
corporal o con un problema de conducta.
Tal es el caso de una madre que me dice que su hijo de 6 años estaba molesto decaído y
con falta de deseo de ir al la escuela y hasta parecía que tenía síntomas de de gripe.
Comenzamos a charlar del asunto y su madre me refiere que el padre del pequeño había
comenzado a trabajar más horas que lo que habitualmente lo hacía. Este hecho coincidía
con el comienzo de los síntomas del niño.
En otra oportunidad, una madre me refiere que su hija de 4 años tenía la necesidad de
acudir a cada rato al baño a hacer pis. En ese momento le pido algunos análisis de orina
para descartar una infección urinaria o una diabetes. Cuando vuelve a la siguiente
consulta me dice que los síntomas habían desaparecido y que se había dado cuenta que el
comienzo de estos coincidía con el cambio de casa y estar más lejos de la casa de la
abuela. Esto le generaba mucha ansiedad.
Es común encontrar en niños con cefaleas o dolor abdominal recurrente, antecedentes de
situaciones estresantes como un cambio de casa o de escuela, o problemas en la escuela o
en la familia.
Estas situaciones son como gritos de ayuda de estos niños para que se les preste atención.
Si intentamos tapar los síntomas con medicación es como querer cortar el fruto de un
árbol, pensando que se acabo el problema. Más tarde aparecerá nuevamente ese fruto.
Es importante tratar este tema de raíz. Para eso es necesario poder indagar un poco más
en lo que está pasando con ese niño.
Si bien el pediatra tratara de descartar causas físicas que puedan estar causando estos
padecimientos, también es importante considerar las situaciones ambientales familiares
que rodean al niño, ya sea que actúen como causantes, desencadentes o simplemente
facilitando la aparición de estos síntomas.
Existe una teoría que dice que cada persona es propensa a manifestar sus problemas a
través de un órgano o sistema. A quien no le pasó que ante una situación de estrés debió
acudir más veces al baño, o perdió el apetito o presentó un terrible dolor de abdominal o
de cabeza.
En los próximos bloques vamos a hablar de algunas de estas afecciones que como padres
nos preocupan y que gran parte de las veces son generados por cuestiones emocionales,
por situaciones que los niños no pueden manejar y terminan manifestándose con
síntomas de enfermedad.

De que tiene que ser lleno nuestro vaso
La vida de un niño es como un vaso. Todo niño para sentirse pleno y
manifestar su máximo potencial en el futuro debe ser lleno de ciertos
elementos. De esta manera Irán formando su identidad. Los padre somos
muy importantes en este proceso de formación de la identidad de los niños.
-El vaso de cada niño debe ser lleno de amor. Solo podrá hacerlo en un
ambiente donde halla amor. Pero es necesario que este amor se exprese, con
palabras con abrazos, con buenos tratos y también con cosas materiales.
-El vaso de cada niño debe ser lleno de aceptación. La aceptación se expresa
con palabras pero fundamentalmente con actitudes. Nuestras actitudes
expresan si lo estoy aceptando a mi hijo.
-El vaso de cada niño debe ser lleno de perdón. Un niño se va a mandar
muchas macanas. Pero él necesita saber que hay una actitud de perdón de mi
parte para con el.
-El vaso de cada niño debe ser lleno de autoconfianza. Un niño terminara
creyendo de él y por lo tanto actuando lo que escucha. Cuando un niño
crece escuchando que es un tonto, se creerá un tonto y actuará como tal, si
crece escuchando que es un perdedor lo será. Muchas veces escucho en el
consultorio decir a los padres mi hijo es un demonio o un maricon, esas
palabras influirán en forma negativa mucho más de lo que creemos.
La identidad que se forma en El Niño depende fundamentalmente de la
presencia de los padres. La seguridad viene de ser cuidado por mama y ser
aceptado por papa.
Un vaso lleno de estas cosas harán que un niño forme una identidad sana.
Sabrá quién es en realidad. Esto lo protegerá de problemas emocionales y
hasta de padecer enfermedades físicas porque tendrá un sistema inmunitario
pleno.

Inapetencia vs pseudoinapetencia
«Un plato de verduras con alguien que amas es mejor que carne asada con
alguien que odias.»

Unas de las situaciones que más preocupan a los padres cuando concurren al
consultorio es el hecho de que su hijo no coma bien, y como consecuencia de
eso no crezca adecuadamente.
Llamamos inapetencia a esta situación donde un niño no come lo necesario.
Esta puede ser transitoria y acompaña a muchas enfermedades, sobre todo a
cuadros respiratorios y digestivos. En este caso está inapetencia se revierte
cuando cede el cuadro. Es común que El Niño baje de peso, pero luego este
comerá más, asimilará mejor los alimentos y por lo tanto recuperará su peso
y aún aumentara un poco más. A esto se le llama crecimiento compensatorio.
Otra situación común es la inapetencia selectiva. Esta se da cuando El Niño
prefiere algunos alimentos sobe otros, es decir selecciona que alimentos
comer y cuales no. Esta no es producida por una enfermedad y está
relacionada a otros factores.
Muchos padres por miedo a que su hijo deje de crecer, ante la negativa del
menor a comer le dan como alternativa una leche. Con eso solo consiguen
acrecentar esta inapetencia selectiva.
Ningún niño sano se muere de hambre, tarde o temprano terminara
comiendo.
Una situación muy común es la pseudoinapetencia. Esta se da en un niño que
al parecer de los padres come poco, pero sin embargo cuando se lo evalúa en
el consultorio se ve un niño sano, que ha aumentado de peso y estatura en
forma satisfactoria. Es muy común ver esto en niños que tienen hermanos
pequeños que comen más debido a estar en una etapa de mayor
crecimiento.
En este caso un elemento tranquilizador es la balanza. El corroborar que El
Niño creció en forma adecuada devuelve La Paz a un padre preocupado por
este asunto.

La verdadera inapetencia es poco frecuente y puede estar relacionada a una
enfermedad oculta, o a alguna situación que esté afectando el ánimo del
niño y la forma de manifestarlo es comiendo poco.
Como vimos en charlas anteriores hay diversas formas de manifestar un
problema anímico y en los niños una inapetencia siempre nos debería hacer
pensar que algo puede estar sucediendo.
Un caso especial es el de niños de alrededor de un año que toman el pecho
en forma continua y por lo tanto no tienen deseo de ingerir otros alimentos,
similar a los niños que ingieren continuamente bebidas ricas en azúcares o
golosinas y por lo tanto se sienten saciados y no desean ingerir otro
alimentos. Esto se revierte suspendiendo la lactancia en el primer caso y
retirando las bebidas y golosinas en el segundo.
Los llamados abridores de apetito deberían usarse poco. En la
pseudoinapetencia obviamente no hacen falta y en la inapetencia selectiva
solo logrará que El Niño coma más de lo que le gusta. En el caso de que sea
una verdadera inapetencia, lo que lograra que El Niño coma más, es revertir
la causa que está ocasionando este problema.

Huerto: el mejor lugar para vivir
«Después, el SEÑOR Dios plantó un huerto en Edén, en el oriente, y allí puso
al hombre que había formado.»

Cuando Dios creo al hombre y a la mujer y tuvo que elegir un lugar donde
ponerlos eligió un huerto.
Porque eligió la un huerto, y no otro lugar? Porque un huerto tiene todos los
recursos necesarios para que una familia crezca y se desarrolle en forma
sana.
Eden significa deleite, el huerto estaba en la mejor parte del Eden.
Para que tu hijo crezca sano el lugar donde vive debe ser un ambiente
agradable.
Si un niño crece en un ambiente lleno de peleas, carencias materiales o
afectivas, será un niño más propenso a enfermarse, ya sea en su cuerpo o en
su alma.
Es importante que nos esforcemos por proveerle a nuestro hijos el mejor
ambiente donde puedan desarrollarse. Esto requiere muchas veces luchar
contra hábitos, costumbres y por sobre todo egoísmo e indiferencia que se
han establecido en nuestra casa sin que nos demos cuenta.
Cuando una pareja decide formar una familia le es asignado un terreno que
es necesario trabajarlo y acondicionarlo para que toda su casa pueda crecer
en forma sana. De su dedicación a trabajar en su hogar va a depender el
bienestar de su familia.
Así como en el huerto había recursos naturales, como oro, resinas sanadoras
y agua, en un hogar deben haber recursos de distinta índole para sostener y
alimentar la familia.
En otra oportunidad Hemos hablado de la vitamina triple A. Qué consiste en
amor, aceptación y aprobación, y el vehículo por el cual se transmite es la
voz. Esta es uno de los recursos más valiosos de nuestro huerto. Otros
recursos que debemos desarrollar son la capacidad de escuchar, la
tolerancia, y el ponernos en lugar del otro que quizás está viviendo una
situación difícil.

Los antibióticos
Los antibióticos son uno de los medicamentos más importantes y efectivos.
Cuando se utilizan adecuadamente, pueden salvar vidas, pero si se utilizan
mal, pueden ser muy perjudiciales.
La mayoría de las infecciones son provocadas por dos tipos de gérmenes: los
virus y las bacterias. Los virus provocan todos los resfrios y la mayoría de los
dolores de garganta y procesos con tos. Las infecciones vírales más comunes
no se curan con antibióticos. Tu hijo se recuperará de la infección viral
cuando la enfermedad haya seguido su curso. Los antibióticos no deben
utilizarse para tratar infecciones vírales.
Los antibióticos pueden usarse para tratar infecciones bacterianas, pero
algunas cepas de bacterias se han hecho resistentes a ciertos antibióticos. Si
tu hijo sufre una infección producida por una bacteria resistente a los
antibióticos, es posible que le tengan que internar y tratar con medicinas
más fuertes a través d una vía intavenosa. Para proteger a tu hijo contra
estas bacterias resistentes, dale antibiótico solo cuando el pediatra crea que
pueden ser eficaces, puesto que el uso repetido o inadecuado de estos
lcontribuye a la proliferación de bacterias resistentes
Cuando conviene y cuando no conviene administrar un Antibiótico?
 La mayoría de las infecciones de oído requiere tratamiento con Atb
 En las sinusitis los antibióticos son necesarios, pero el mero hecho de
que tu hijo tenga mucosidad de color amarillo o verde no significa
necesariamente que tenga una infección de origen bacteriano. Es
normal que la mucosidad se especie y cambie de color a lo largo de un
resfrio de origen viral
 Los niños con bronquitis rara vez necesitan tomar antibióticos.
 En los dolores de garganta la mayoría de los casos son de origen viral.
Solo los provocados por streptococos, requieren antibióticos.
 Los resfrios son provocados por virus y pueden durar hasta más de dos
semanas. Los antibióticos no tienen ningún efecto sobre los resfrios.
Las infecciones vírales pueden desembocar a veces en infecciones
bacterianas. De todos modos, no deben tratarse con antibióticos para

prevenir la infección bacteriana ulterior, ya que esto, aparte de no curar la
infección viral propiamente dicha, puede fomentar el desarrollo de
infecciones provocadas por cepas bacterianas resistentes a los antibióticos.
En el caso de que la enfermedad empeore o dure demasiado, lo mejor es
informar al pediatra para que indique el tratamiento a seguir.
Si el pediatra le indica antibióticos, asegúrate de que tu hijo se tome todas las
dosis prescritas.
Una de las cosas más maravillosas de los niños es que es que en la mayoría
de las enfermedades no hace falta dar una medicación.
Dios a través de la Biblia nos da esta promesa.
“He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré
abundancia de paz y de verdad.”

Tus ojos vieron mi embrión

“Tu creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en
el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente
complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien. Tú me
observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se
entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. Me viste antes que
naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento
fue diseñado antes de que un solo día pasara. Que preciosos son tus
pensamientos acerca de mí, oh Dios. ¡No se pueden enumerar!
Salmos 139:13-17

Este relato describe lo que sucede dentro del vientre materno. La
maravillosa creación de Dios. La vida que se sopla allí dentro y como un
nuevo ser es formado tan maravillosamente.
Recuerdo que cuando mi esposa estaba embarazada de nuestro primer
hijo, nos asombraba como el bebe iba creciendo paso a paso, cada control
generaba mucha expectativa. Sin conocerlo ya estábamos enamorados de
él. Sus primeras fotografías fueron dentro de la panza de mamá. ¿Cuánto
mide? cuánto pesa? Eran las primeras preguntas de los controles.
Por lo que podría decirles a los padres que los controles de los niños
comienzan a hacerse desde que están en el vientre de la madre.
Para los pediatras no solo es importante el momento del nacimiento del
bebe, sino como fue su gestación, los factores ambientales, el entorno en
el que el bebe fue creciendo.
Y como el bebe estará en el vientre por un periodo de nueve meses, es
necesario que la mama se cuide. Es importante su alimentación, los
tiempos de descanso, evitar momentos de tensión o disgustos, porque
quien esta dentro suyo puede recibir todo.

¿Sabías que los bebes oyen estando dentro del vientre materno?

Hacia la semana 20 los bebes comienzan a percibir sonidos, ya que en esta
etapa su aparato auditivo esta lo suficiente desarrollado para captar
sonidos. Hacia la semana 25 dicho aparato está totalmente desarrollado.
No es que oigan claramente lo que está sucediendo, ni mucho menos,
porque están dentro del útero, flotan en líquido amniótico, y eso
amortigua el sonido. Si embargo, si distinguen sonidos ambientales y
pueden llegar a conocer el tono de la madre al hablar e incluso el del
padre al hablar.
Lo primero que pueden escuchar son los latidos del corazón de la mamá,
las palpitaciones de las arterias, y más adelante la voz de su mamá y los
ruidos ambientales. Y reaccionan ante ellos con muecas, guiños en los
ojos, o frunciendo el ceño si los ruidos son muy fuertes.
Se ha visto también, que, ante ruidos bruscos, pueden llegar a tener
movimientos repentinos y producirse una aceleración del ritmo cardíaco,
lo mismo que nos sucede a nosotros cuando nos asustamos.
Diversos estudios han demostrado que hablarle al bebe cuando está
dentro del vientre, favorece su desarrollo neuronal, emocional y estrecha
el vínculo afectivo madre/hijo y padre/hijo. Incluso se cree que el hecho
de que la madre le hable constantemente hace que despierte su deseo
por escuchar.
Para fomentar el desarrollo intelectual de tu hijo, cantale, leele cuentos,
escucha melodías suaves. Estas últimas permiten que te relajes y al estar
menos estresada el suministro sanguíneo a la placenta mejora
notablemente.
Quizás te podes sentir un poco rara hablando a tu bebe, pero esto es muy
beneficioso para él y para vos también.

OBESIDAD INFANTIL

Hoy un tema que preocupa y mucho dentro de los ámbitos de la pediatría,
es la obesidad infantil. Hay un mito establecido en muchos padres que si
mi hijo esta gordito está creciendo bien. Pero no es verdad.
La obesidad infantil está considerada actualmente como la epidemia del
siglo XXI y va a irse incrementando si no se implementan cambios en los
hábitos alimenticios y el estilo de vida de las familias. Según los
especialistas en temas de obesidad, los cambios alimenticios y las nuevas
formas de vida sedentarias son los principales desencadenantes en el
aumento de la obesidad infantil.
La elección de alimentos por parte de los padres para confeccionar una
dieta equilibrada para toda la familia y la realización de actividad física a
diario son los factores que más pueden contribuir a que los niños no
presenten sobrepeso.
Por el contrario, el consumo de alimentos con alto contenido en grasa y
azucares y el sedentarismo son las principales causas de sobrepeso.
El practicar una actividad física es esencial para un buen crecimiento y una
buena salud. El estilo de vida que llevan los niños ha cambiado mucho. La
mayoría de las actividades que realizan se concentran en torno a la
televisión, una computadora y a los videojuegos. Muchas familias por la
falta de tiempo o por comodidad, acaban dejando a los niños delante de la
televisión toda una tarde, en lugar de llevarlos al parque o a cualquier
actividad que les favorezca más.
Los juegos al aire libre, las excursiones, los deportes, etc., son cada día
sustituidos por actividades sedentarias. Según las últimas encuestas, los
niños españoles pasan un media de 2 horas y media diarios viendo
televisión y media hora adicional jugando videojuegos o conectados a la
red. Me da la sensación de que en nuestro medio las cifras son mayores.
Pero existen, además del mal habito alimentario y la falta de actividad
física, que son los que encabezan los motivos por los que la sociedad
tenga sobrepeso, otros factores que determinan la obesidad infantil.
Puede haber influencias sociales, fisiológicas, metabólicas y genéticas. Un
niño con padres obesos, por ejemplo, estará predispuesto a ser obeso

también. Sea por una cuestión social, de mal habito alimentario, o por
genética. También se puede presentar obesidad en caso de que el niño
sufra algún trastorno psicológico.
Por lo tanto, debemos hacer un esfuerzo como padres para cambiar los
hábitos alimenticios del hogar, reducir las actividades sedentarias como
estar frente a una pantalla, sustituyéndolas por actividades que lleven al
niño a tener mayor gasto de energía. Por otro lado, es importante ver si es
esta actitud de comer continuamente no es una manifestación de
ansiedad ante una situación que l niño no pueda manejar. No está de más
una consulta al pediatra para descartar procesos metabólicos u
hormonales que puedan estar implicados.
Jesús dijo: “la vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.”
Sin dudas que los alimentos son necesarios para el crecimiento de un niño,
pero estos pueden convertirse en algo perjudicial, debido a hábitos
incorrectos que toleramos, por eso es importante que intervengamos en
forma oportuna.
El cuidar de nuestro cuerpo y el de nuestros hijos es salud y vida.

Salud Bucal
Poco se habla en los consultorios de pediatría de la salud Bucal y de la
importancia de hacer consultas periódicas con el dentista antes del primer
año de vida para prevenir enfermedades bucodentales en el futuro.
Uno de cada cinco niños entre 2 y 4 años tiene caries sin tratar.
Existen un tipo de caries denominada carie del biberón que se producen en la
dentición primaria del bebé por los azúcares y la glucosa de los líquidos. La
leche, por ejemplo, contiene glucosa que, al quedar en la boca, las bacterias
lo transforman en ácido y actúa sobre los dientes produciendo caries. Estas al
ser una infección, deberían ser tratadas para que no afecte a las nuevas
piezas dentarías.
Hay varios factores que influyen en la aparición de caries durante la primera
infancia entre los que cabe destacar la alimentación, la prolongación de la
lactancia o la ingesta masiva de azúcares con las comidas. A esto hay que
añadir, que una incorrecta higiene bucodental contribuye a la aparición de
caries. Por ello, es importante que establezcamos hábitos saludables de
higiene bucal.
Antes de la erupción dentaria podés limpiarle los dientes a tu bebé con una
gasa humedecida en agua o con un dedal de silicona. Cuando aparezcan los
primeros dientes podés comenzar a limpiárselos dos veces al día usando un
cepillo dental infantil. No se recomienda el uso de pastas dentales con flúor
antes de los dos años. Después de esa edad los expertos recomiendan el uso
de pastas con flúor e hilo dental.
Los beneficios de buena higiene bucal en los niños son muchos.
 Les permiten tener dientes sanos y fuertes.
 Les ayuda a masticar bien fortaleciendo los músculos de la mandíbula y
así previene la mala oclusión dental y la necesidad de tratamientos de
ortodoncia.
 Les ayuda también, al masticar bien, a desarrollar las estructuras que
intervienen en el habla.
 Evita tratamientos tediosos y costosos con el dentista.
 Les permite expresar una buena sonrisa dándole armonía al rostro.

Por todo esto es importante que cuidemos nuestros dientes y los de nuestros
hijos.
La biblia dice que “El corazón alegre hermosea el rostro”, para poder
expresar una buena sonrisa necesito tener dientes fuertes y sanos.

Limites en los niños
Un déficit de nuestra generación es el saber poner límites. Tenemos, como
padres, miedo de ser estrictos como lo fueron los nuestros. Hay una falsa
creencia que es mejor dejar a un niño libre para que haga lo que quiera y
de esa forma aprenda. Por otro lado, hoy los hijos llegan más tarde, las
familias cuentan con menos apoyo para educarlos y es muy frecuente que
los dos padres trabajen, lo que reduce el tiempo compartido. Todo esto
contribuye a que nos cueste establecer límites a nuestros hijos.
¡Porque un niño necesita límites?
 Primero estos le dan seguridad.
 Le demuestran que nos preocupamos por él.
 Le enseñan las claves para convivir con los demás e insertarse en el
mundo que los rodea.
Los limites en el periodo que va de los 3 a los 15 meses tienen que ver con
la creación de una rutina (sueño, comidas; etc.) y de unas normas de
seguridad (apartarle de un sitio peligroso, prohibirle tocar objetos). Hacia
los 9 meses el bebe ya entiende que algo esta prohibido si le decimos “no”
en tono decidido y con cara de desaprobación.
Esta es la mejor forma de empezar a inculcarle algunas normas básicas,
sobre todo si nuestro “no” es constante, decidido y claro. Pero no hay que
enojarse con él ni castigarlo ya que a esta edad no hace macanas a
conciencia y éstas provienen de sus deseos lógicos de explorar.
Al final de esta etapa el propio niño empieza ya a decir “no” mientras hace
una macana: es buena señal, indica que sabe que no debe hacerlo, aunque
su curiosidad sigue venciéndole. El siguiente paso que no tardara mucho
en darse es que aprenda a controlar sus impulsos, a aceptar la frustración
y a calmarse, siempre y cuando le pongamos límites.
A partir de los 16 meses ya es mas libre y hay que ser mas riguroso con los
límites. En esta etapa ya entiende que él es una persona autónoma, no
una parte de su madre y le gusta imponerse. Conviene darle cierta libertad
y opciones para elegir, por ejemplo, en la ropa (así se siente autónomo),
pero ser firmes en temas importantes: somos nosotros los que decidimos
la hora de dormir, lo que ve en la tele, etc. Es bueno permitirle que

proteste, ya que con sus berrinches manifiesta su frustración, pero sin
ceder.
A partir de los tres años el niño ya conoce las normas y sabe obedecer,
pero como habla, también sabe pedir, negociar. Hay que distinguir entre
sus caprichos y sus verdaderas necesidades (si llora de dolor o para
conseguir algo)
Si desobedece se puede aplicar la pausa obligada que es darle unos
minutos en un rincón del cuarto donde estemos (no dejarlo solo), o
llevarlo a reparar el daño causado para que entienda la consecuencia de
su desobediencia. Y elogiarle cuando se porta bien en vez de atenderle
sólo si se porta mal.
A la hora de poner normas a un niño hay que aplicar la regla de las tres C:
 Coherencia: tienen sentido, no son un capricho.
 Consistencia: son estables, no varían según el ánimo.
 Continuidad: se mantienen hasta que son asumidas.
Como tiene que ser las reglas
 Mejor que sean pocas. Darle órdenes. No mas de una a la vez. En
lugar de decirles no indicarles que hacer.
 Siempre han de ser justas
 Formuladas con un tono de voz y una actitud amable, pero con
firmeza y seguridad.
 Expuesta en forma concreta y no con una pregunta (en vez de
¿quieres? decir “vamos”)
 Deben mantenerse siempre.
 Hay que dar las ordenes de cerca y mirando a los ojos o tocándole el
hombro.
 Nunca deben acompañarse de hostilidad, descalificaciones o
amenazas; si hay que advertir de las consecuencias si no se cumplen
y reconocer y agradecer cuando las haya cumplido.
La Biblia dice que no hay padre que no corrija a su hijo, de lo contrario no
sería considerado hijo. Y que ninguna corrección nos gusta en el momento
de recibirla, pues nos duele, pero si aprendemos la lección viviremos en
Paz y haremos el bien.